Pizza de cancha y Frank Sinatra

Angelin no engorda

(Alfredo Casero)

Cuando hablamos de la de la magia de la muzzarela en Buenos Aires( ver Muzzarela hasta...) en la nota de Gazpachoss, habíamos recomendando visitar la pizzeria ¨Angelín¨. hoy no solo lo recomendamos, si no que le exigimos a todo a quel que se precie de conocedor de la nocturnidad y la bohemia porteña, debe pasar por Cordoba 5270 y comerse una canchera en el mostrador

Historia de una canchera

Comer en la angelin, tiene mistica , le pese a quien le pese, esta pizzeria, está afamada en su historia y, en su sabor, dicen que era un tugurio de noctámbulos y taxistas, pero también dicen (y no es mito) que comió el gran Frank Sinatra cuya pizza nunca se olvidó y en la entrada es recordado con un fotografía firmada. Claro que otros famosos se quemaron la boca con la pomarola de la pizza, algunos pop star como Robert Duvall, Maradona etc.
La gran angelin y su horno a leña, hacen de otra pizza con sabor inconfundible, no hace falta ni entrar que uno sabe que esta llegandando a un lugar de chorriantes pizzas y empanadas, y sobre todo ruido, mucho ruido.

El dueño de Angelin, alias el gordo, tiene mucho que contar, empezó siendo el ¨che pibe¨ lavando los platos, para despúes ser el dueño y crear ún símbolo argentino: La pizza de cancha, o canchera...
Crocante pizza bañada exclusivamente en un tuco( salsa de tomate) bien condimentado con ajo, oregano, y pimienta. La historia de su nombre según la academia del lunfardo, se debe a que se vendia a la salida de los estadios, se ponia un pizzero improvisado y esta era mas popular que el choripan y el pancho, no es para menos, la pizza de cancha en angelín es un sentimiento, y si no que lo diga este lector, cuyo post, lo encontre en Internet:

¨ No me importa lo que digan de Angelín. Soy de La Plata y con mi esposa, cada vez que la venimos a la Capital, pasamos por éste lugar. Es cierto, la atención y el lugar no son gran cosa, pero el sabor de la pizza es inconfundible e inigualable. Lo demás es relleno. Venite a comer con nosotros¨ Ernesto Manzi